¿Qué Ciudad Merecemos?
De 1980 a 2020, Chihuahua ha crecido 9 m2 cada minuto, día y noche, por 40 años. También, ha aumentado 1.5 habitantes y 1.4 vehículos cada hora en este tiempo. La ciudad de los 80´s se triplicó y requiere de más calles para conectarse porque creció dispersa y extendida. Hoy, casi la tercera parte de la ciudad es calle. Cada nuevo habitante llegó con su “auto bajo el brazo”.
La ciudad se desgarra en un círculo vicioso que nos orilla, entre otros aspectos, a usar excesivamente los autos, a padecer un transporte público inviable y a hacer uso excesivo de recursos. La ciudad se ha vuelto cara para las personas, especialmente para los que menos tienen, pero también, para los gobiernos a cargo de la infraestructura, los servicios públicos y los equipamientos.
Si ya sabemos que cuando las personas viven cerca de su trabajo, escuela y servicios, hace mejores elecciones para moverse, por qué no hemos sido capaces de romper el paradigma y atrevernos a lograr un verdadero cambio.
Todo lo anterior tiene distintos efectos. Hoy, vivimos en un país con una gran cantidad de personas fallecidas a causa de un accidente de tráfico. 45 personas cada día, de las cuales, la mitad son peatones que no iban conduciendo el vehículo.
Se privilegia a los autos en el diseño de la ciudad y lo vemos diario. El abuso con el que se utiliza la vía pública es evidente: Un departamento puede caber en el mismo espacio en que caben 3 autos estacionados en la calle.
Si colocamos juntos todos los autos de la ciudad, ocuparían toda la zona centro y un poco más ¡Qué desperdicio!
La aspiración de implementar la pirámide de la jerarquía de la movilidad en donde el peatón es primero choca con la realidad: Las personas necesitan desplazarse en autos particulares porque es muy difícil hacerlo de otra forma.
El IMPLAN promueve Ciudad Cercana como una alternativa para que más personas vivan en donde hay altos niveles de cobertura de transporte público, infraestructura y servicios. ¿Cuántos lugares excelentemente ubicados pudieran albergar más personas? Cuentan con todo, están cerca de casi todo y cuentan con empleo, comercio y servicios.
Está en nosotros construir el círculo virtuoso, que sea sostenible, que haga un uso racional de sus recursos y que se centre en las personas. La ciudad debe cambiar.
Algunos, si hubieran sabido de pequeños qué iban a ser de grandes, habrían llorado de enterarse que serían funcionarios públicos. Hoy, aquí debemos ser agentes de cambio, construir un prestigio, como nunca, de lo que siempre debió significar servir a las personas desde este Instituto a cargo de planear la ciudad.